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Ignatius nació en una granja en las afueras de Florín. Sus principales pasatiempos eran comer panceta y atormentar al muchacho que vivía con él: "Puto inquilino, abrillanta mi silla de montar. Quiero ver mi rostro reflejado en ella."

domingo, octubre 15, 2006

El reloj biológico

Bueno, aquí tenéis una gilipollez para empezar la semana. Por una vez, y sin que sirva de precedente, emitiremos sin cortes publicitarios (la audiencia así lo ha demandado)


El sketch del Reloj Biológico

(un gag para tres personajes y algún figurante con un par de líneas de diálogo)

Aún sabiendo que no es costumbre, iniciamos este sketch con una sucinta introducción, tanto a los personajes como a la situación, lo que nos proporcionará un mejor entendimiento de los sucesos que se sucederán cuando sucedan.

Partimos de tres personajes principales:

El Profesor Experto (nombre figurado, a la par que provisional) se trata de un hombre de mediana edad, pedante, prepotente, incompetente y engreído. Escrito de otra forma, el típico profesor universitario español. Su personalidad se ve engalanada por un acuciante desorden hormonal, que lo sitúa en las fronteras del maníaco sexual. Es un personaje de la mayor utilidad, ya que sus absurdas e innecesarias explicaciones podrán enriquecer todo tipo de situaciones.

La Maruja Feminista o Feminista Maruja (nombres, aunque palindrómicos, eventuales). Mujer que ronda la mitad de la treintena y que exhala lo peor del feminismo, combinado con lo más penoso de la marujez. También es un personaje multiusos en su doble y paradójica personalidad.
El Psicópata Reinsertado es el prototipo de personaje freelance de los sketches, un mercenario del gag visual y un trotamundos de la situación burlesca. Le veremos engordar su curriculum a medida que desempeñe distintos papeles y profesiones en los más diversos destinos que le preparemos.

Respecto a la Situación, hemos de indicar que se podría explotar con mayor intensidad y profusión, ya que se trata de un auténtico filón al estar situada en plena batalla de sexos. Sirvan las siguientes líneas como ejemplo de lo que podría llegar a ser, con el adecuado y ponderado desarrollo.


El sketch del Reloj Biológico (propiamente dicho)

(un gag que sigue siendo para tres personajes y algún figurante)

El Profesor Experto se halla en un suntuoso despacho, decorado con el peor gusto posible. Se sienta detrás de una horrenda mesa y porta una tostada con mermelada en su mano derecha.

PROFESOR EXPERTO
El torneado del alambique es fundamental para el espesor de la confitura de grosellas silvestres. Pero este no es el tema que nos ha traído hoy aquí.

No, mi querido e ignorante espectador. Estamos aquí por otro motivo bien distinto. Para un observador mediocre, como es su caso, los adelantos científicos pueden resultar sorprendentes, incluso mágicos. Porque, al contrario de lo que se piensa, la ciencia humana española no solo progresa, sino que avanza.

Los ejemplos se agolpan a docenas, pero muchos escaparían a su pobre, por no decir escasa, comprensión.

Sin embargo, en los últimos tiempos, se ha venido desarrollando un proyecto secreto, del que se empiezan a ver los frutos. No pretendo que pueda entender el desarrollo ni las connotaciones del avance, pero al menos, podrá disfrutar de alguna de sus consecuencias. Porque, mi amado e ignaro televidente, la ciencia de nuestro país también está a la vanguardia del mundo.
Recientemente, nuestros estudios han transformado un ser disminuido mentalmente en un miembro más de nuestra querida sociedad. Hemos mudado un detritus cerebral en un honrado, limitado y ramplón ciudadano de a pie, como usted mismo. Un agremiado del lumpen con potencial para convertirse en asesino en serie, presentador de informativos o estudiante universitario ha pasado a ser un fiel servidor del consumidor.

¿Cómo?, se preguntarán los más avezados. Sus reducidas entendederas no pueden abarcar el proceso, pero podría intentar simplificarlo. El cerebro humano craneal es un órgano multiforme, interdisciplinar y compensatorio. El individuo medio no sobresale en nada y eso es bueno, mi estimado e iletrado oyente. Porque, al ser el cerebro un organismo compensatorio, sobresalir en algo conlleva limitaciones en otras facetas. Sí, usted podría ser un gran poeta, pero entonces no podría contener la vejiga urinaria, o un extraordinario cocinero, a cambio de su sentido del equilibrio. Ser una medianía es bueno. No se sienta mal por eso.

Pero la compensación cerebral también funciona en el sentido contrario o inverso. Un tarado mental destaca en otras disciplinas como el equilibrismo, la teología o el aseo personal. Las patologías mentales, tratadas a tiempo, pueden reconducirse para crear semejantes válidos y necesarios en nuestra sociedad.

Y, precisamente este, es el caso que nos ocupa. Un psicópata que, en otras latitudes menos democráticas, podría haber sido un actor o un tirano esconde- terroristas, gracias a nuestro pionero programa de reinserción de lunáticos, se ha convertido en un leal y cotilla carnicero.

Vengan conmigo a su mostrador, (en tono menos seductor que lascivo) donde podremos deleitarnos con la presencia de sugerentes carnes prietas en busca de alimento, (intentando recomponerse) quiero decir con la presencia de un amplio surtido de alimentos cárnicos.

Interior de una carnicería. El Psicópata Reinsertado envuelve unas mollejas mientras mira tiernamente a su destinataria. Un grupo de personas, entre los que se encuentra el Profesor Experto mirando ávidamente a todas las mujeres, esperan su turno en la cola.

PSICÓPATA REINSERTADO
Aquí tiene, señora Domínguez. Espero que su marido se recupere pronto y no se preocupe por lo que digan esos desaprensivos. (La señora Domínguez recoge la bolsa que le tienden y se retira sin entender). ¿Treinta y tres.?

FIGURANTA 2
Yo.

PSICÓPATA REINSERTADO
(Observando como se va la señora Domínguez y en tono confidencial) Es que su marido es alcohólico y le engaña con su hermana. ¿Qué desea?

FIGURANTA 2
Qué horror. Sí, quería un kilo de cinta de lomo.

PSICÓPATA REINSERTADO
Claro, que su hermana tampoco es manca, que también le da a la botella y (bajando el tono) maltrata a su marido. ¿Lo quiere en filetes?

FIGURANTA 2
¡Virgen santísima! Sí, por favor, finitos que vienen mis sobrinos.

PROFESOR EXPERTO
(Mirando orgullosamente a la cámara) Emocionante, ¿verdad? Parece una persona normal. Con qué tacto ha llevado el asunto de la señora Domingas, ejem, Domínguez.

PSICÓPATA REINSERTADO
Bueno, y ¿qué tal su hijo? ¿Sigue con anemia? Debería hacerle unas lentejas.

PROFESOR EXPERTO
Perdonen que me inmiscuya, ¿ha dicho anemia? Debería saber que las leguminosas tienen mucho hierro, fundamental para la cura de la mencionada enfermedad. Aunque hay alimentos que concentran una mayor cantidad del imprescindible mineral. Le recomiendo especialmente el chorizo y la morcilla, sabrosos y patrios embutidos, cuya riqueza en sangre explica el porqué de su férrica sobreabundancia.

PSICÓPATA REINSERTADO
¿Sangre? (echándose a temblar). ¿Ha dicho sangre?

FIGURANTA 2
No voy a hacer lentejas. Mi hijo está mucho mejor. Gracias.

La mujer coge los filetes y se va.

PSICÓPATA REINSERTADO
¡Sangre! (mira a la gente de la cola que le observan desconcertados)...¿Treinta y cuatro?

FIGURANTE 3
Sí, soy yo. Quería medio kilo de carne picada.

PSICÓPATA REINSERTADO
(Con voz de loco) ¿La quiere troceada?

FIGURANTE 3
Picada.

PSICÓPATA REINSERTADO
En pedacitos (se relame)...
FIGURANTE 3
No, le he dicho que picada.

PSICÓPATA REINSERTADO
(Balancea negligentemente el cuchillo)... diminutos y sangrantes (coge el cuchillo y trocea salvajemente).

Entran en escena las figurantas 4 y 5. La 4 tiene unos treinta y la 5 es más joven y luce un despampanante escote que, inmediatamente, capta toda la atención del Profesor.

FIGURANTA 4
Caramba, qué afortunada casualidad, Profesor Experto. Precisamente estaba hablando con mi hermana de la situación en la universidad.

PROFESOR EXPERTO
(Sin quitar ojo del escote de la joven, como hipnotizado) La confitura de grosellas es ideal para realzar el sabor de las carnes jóvenes y turgentes.

FIGURANTA 4
Sí, mi padre hace un estupendo rosbif con puré de manzana. Pero le decía a mi hermana que es bastante triste la falta de presupuesto para desarrollar proyectos científicos en la universidad.

PROFESOR EXPERTO
(Babeando ante el imponente canalillo de la joven) El problema de la universidad es la falta de becarias, o sea (recuperando la compostura ante la expresión anonadada de las dos mujeres), de becas, quiero decir.

FIGURANTA 4
Exacto, profesor. Lo que nos lleva al bajo presupuesto general. Es una pena que se desaprovechen las mejores mentes de nuestro país, mientras se financian o despilfarran cientos de millones de euros...

En la parte baja de la pantalla aparece el siguiente e inquietante rótulo: “ESTA MUJER ESTÁ A PUNTO DE SUFRIR UN ATAQUE DE SU RELOJ BIOLÓGICO”.
Mientras habla la figuranta 4, el Psicópata Reinsertado, a golpe de cuchillo, ha terminado de picar la carne, que entrega a su sorprendido cliente.

PSICÓPATA REINSERTADO
(Por encima del discurso de la figuranta 4) Treinta y cinco.

FIGURANTA 4
(Descompuesta, histérica y convulsionada)¡Treinta y cinco!¡Treinta y cinco! Necesito un hombre. ¡Deprisa, alguien que me haga un hijo!

Cambiamos de escenario. Abandonamos la carnicería y nos encontramos en una pequeña sala, donde la Feminista Maruja, en un estrado plagado de micrófonos, ofrece una rueda de prensa.

FEMINISTA MARUJA
¡Basta! Detengan esta ignominia. Frenen este repugnante espectáculo concebido por algún macho trasnochado. Es lamentable que se ofrezca un cúmulo de desatinos como éste en la televisión de nuestro país. El programa lamenta la aparición de esta caricatura machista e impresentable que, no sabemos cómo, ha llegado a emitirse. Camuflado en un aparente tono anárquico, el machismo se esconde detrás de cada palabra que acabamos de oír. Los personajes masculinos son meras caricaturas que, aunque pretenciosas, no llegan a ofender a sus congéneres. El lamentable profesor con sus tics sexistas no es más que una burda excusa de los guionistas para mostrarnos a mujeres ligeras de ropa, con la única y deplorable intención de ganar audiencia convirtiendo a la mujer en un objeto sexual, para la diversión de los machos.

El pretendido progresismo de alguna de las frases es un intento aún más ruin y rastrero, que lo único que intenta es captar la simpatía de alguna mujer desprevenida: ¿Cuándo se ha visto a un hombre preparando rosbif? ¿A quién se le puede ocurrir mezclarlo con puré de manzana?

Y el último insulto es el estereotipo de mujer de hoy, concienciada con los problemas de nuestra sociedad y ridiculizada impunemente con algo tan bonito y maravilloso como la necesidad de tener hijos. Por no hablar del simulacro de mercado que nos presentan, donde ni siquiera se pide la vez.

¿Alguna pregunta?

De nuevo, en la parte baja de la pantalla aparece el siguiente e inquietante rótulo: “ESTA MUJER ESTÁ A PUNTO DE SUFRIR UN ATAQUE DE SU RELOJ BIOLÓGICO”.

FIGURANTE 6
Eutanasio González, para treinta y cinco minutos...

FEMINISTA MARUJA
(Descompuesta, histérica y convulsionada) ¡Treinta y cinco!¡Treinta y cinco! Necesito un hombre. ¡Deprisa, alguien que me haga un hijo!...

Fundido a negro. Se hace la luz y volvemos a estar en el despacho del Profesor Experto, que todavía sujeta la tostada en la mano.

PROFESOR EXPERTO
En fin, mi apreciado y obtuso mirón, después de todo lo visto, uno se pregunta quién es el verdadero psicópata. Buenas noches.

Con gesto lujurioso da un mordisco a la tostada.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

y digo yo, ¿no se leería mejor por partes?

6:51 p. m.  
Blogger Ignatius said...

por supuesto, araña, mañana o pasado, la continuación.

7:39 p. m.  

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