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Ignatius nació en una granja en las afueras de Florín. Sus principales pasatiempos eran comer panceta y atormentar al muchacho que vivía con él: "Puto inquilino, abrillanta mi silla de montar. Quiero ver mi rostro reflejado en ella."

domingo, septiembre 03, 2006

Buitres

Aviso legal: Este post contiene material lesivo para algún miembro del género masculino de la especie humana. Como me consta que entre los lectores del blog hay miembros de esta funesta calaña, Blogger de Google me obliga a publicar este aviso. Es más, supongo que también se puede extrapolar al resto de la especie humana, así que las féminas tampoco están exentas del riesgo de padecer algún daño irreversible. Si alguno de ustedes empieza a sentirse mal o aludido a medida que discurre la lectura de la siguiente entrada, rogamos que la interrumpan inmediatamente.


Hoy voy a escribir sobre los buitres. Acudiendo al diccionario, nos encontramos dos o tres acepciones para esta palabra. No voy a hablar sobre las aves rapaces, ni sobre algún futbolista de renombre, reconvertido a adorador de seres superiores. Me centraré exclusivamente en las personas aprovechadas y egoistas, y, para concretar aún más, voy a escribir dentro del marco del cortejo macho-hembra del homo sapiens.

Ciertamente, el diccionario no deja lugar a la duda: persona aprovechada y egoista. La síntesis es perfecta, así que, los que tengáis un poco de prisa, podéis parar aquí, porque me voy a limitar a desarrollar un poco estos conceptos o, atinando un poco más, voy a propalar unos litros de bilis.

Como ya he reflejado, voy a incidir en el momento del flirteo. Un magnífico ejemplo del pensamiento masculino en el instante de ligar nos lo da Woody Allen en su obra "Sueños de un seductor". El protagonista, Allan Felix, lleva un tiempo recomponiéndose sentimentalmente, intentando encontrar esa persona que le motive un sentimiento especial. En un instante determinado se encuentra con una chica en el Museo de Arte Contemporáneo y se produce el siguiente diálogo:


ALLAN (a la CHICA INTELECTUAL): Un... un Franz Kline muy bonito, ¿verdad?

CHICA: Sí que lo es.

ALLAN: ¿Qué te sugiere?

CHICA: Confirma la negatividad del universo. La abominable, solitaria vacuidad de la existencia -la nada-, el trance del hombre, obligado a habitar una eternidad yerma y sin dioses, como una diminuta llama parpadeando en un inmenso vacío -sólo desechos, horror y degradación- para dar forma a una inútil y desierta camisa de fuerza en un cosmos negro y absurdo.

ALLAN: ¿Qué haces este sábado por la noche?

CHICA (saliendo): Suicidarme.

ALLAN: ¿Entonces, el viernes por la noche?...



Cuando salimos de copas una noche con cierta predisposición al ligoteo, podemos identificarnos con el Allan de Allen, pero la cosa cambia cuando sales con un grupo de amigos y estás interesado en alguna persona previamente. Imaginemos una cita especialmente concertada para ahondar en la relación con esa chica que te gusta, pero con la que todavía no tienes la confianza suficiente como para quedar a solas. Un grupo de amigos, en el que obviamente se encuentra ella, se reune por cualquier motivo sin importancia y tú puedes iniciar el cortejo. Entonces aparece el buitre.

Todos sabemos lo que es hacer el buitre. El hachazo injustificado, el sacar ventaja de manera ruin o miserable o el saltarse los códigos son distintas maneras de hacerlo. Nadie está libre de caer en estos comportamientos. Aunque nos podríamos preguntar si existen reglas o vale todo. Hombre, en la situación que nos describe Woody, solo ante una desconocida, la pregunta es trivial: vale todo. Pero entre un grupo de supuestos amigos, cuando uno está especialmente interesado en una chica, las cosas cambian: existen reglas.

No pretendo demonizar a todos los que han buitreado alguna vez. Todo el mundo tiene sus instantes de debilidad. Pero cómo se comporta uno habitualmente ante estos momentos es lo que lo circunscribe o no dentro de esta definición. Y aquí es fundamental la palabra habitualmente. Cualquiera puede tener un día tonto, pero si es tu modus operandi se despejan las dudas: eres un buitre.

Y esto tampoco es el fin del mundo. No estoy diciendo que sean violadores, pederastas, asesinos o admiradores de Paulina Rubio. Simplemente se limitan a dar por culo a sus colegas, en el sentido más figurado.

En mi grupo de amistades se pueden encontrar tres tipos de buitres: los argumentadores, los buitres avestruz y los despistadoplañideras.

Los argumentadores son los clásicos colegas que, después de colártela doblada, se dedican a desarrollar toda una serie de razones objetivas que los exoneran de toda responsabilidad: estábamos en igualdad de condiciones, ellas eligen, me ha hecho ojitos, no sabía que te interesara tanto, blablablabla: DEJA DE JUSTIFICARTE, CACHO CABRÓN: SABES PERFECTAMENTE DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO.

Los buitres avestruz son estos amigos, siempre legales, que a la cara son el paradigma del buen rollo, pero que aprovechan cualquier momento de despiste para colártela doblada. Tienen una ventaja sobre los argumentadores: en caso de ser pillados, en lugar de soltarte una insoportable retahíla de disculpas, se limitarán a negarlo todo, por muy palmarios que sean los hechos.

Por último, tenemos a los despistadoplañideras, que no sólo te la meten doblada "sin querer", sino que, además, se justifican llorando: no sabía lo que estaba haciendo, yo no quería, pero cómo te iba a hacer esto, si lo hubiera sabido, si tú sabes que entre nosotros hay buen rollito... BUEN ROLLITO, HIJO DE PUTA...

Y lo peor es que se piensan que somos gilipollas. Basta de disculpas, de silencios incómodos y de lamentaciones. Sirvan estas palabras para mostrarles todo mi desprecio, como promesa de futuras y próximas puñaladas y como declaración de guerra: que no nos toquen más los cojones.


Pd: Aunque no tiene nada que ver con la entrada, sirva este oe como lamento para los agoreros.

17 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Creo que sería sumamente interesante para los asiduos de su blog conocer el catalizador que ha provocado la reacción que le ha llevado a escribir esta entrada.
Si puede ser utilice apellidos supuestos como en el asunto sobre el Bill Ledesma o motes poco descriptivos que amparen el necesario anonimato de la(s) víctima(s) de su filípica.

Si puede ser, vamos...

1:44 p. m.  
Blogger Wendyqueridaluzdemivida said...

¡¡Yo lo sé!!¡¡Yo lo sé!! ¡¡Oeeeoeoeoeeee!!

¡Ain! Creo que es la primera vez que me entero de algo en este blog...

2:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hombre, ignatius ha tenido un gran buitre, y sin embargo amigo, a lo largo de su vida, no sólo en las noches de copas.

Pero todos tenemos algo de buitre

"O vas tu o voy yo"

4:42 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me va usted a perdonar, malperson (más malperson que nunca), pero palantir sólo hay uno. Al menos ahora. Los demás protopalantires son sólo calvos sin glamour.

Wendy, querida... desembucha (si eres tan amable).

4:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si los buitres buitres nuestros de cada dia estan claros: el hombre con el otro palantir es un joven chinito que todos conocemos. Que el otro dia se lucio. Luego esta el antedicho esquiador rojo y su ya celebre frase de los dos minutos ("tienes 2 minutos, chavalin, o ya voy yo") y por ultimo el hombre que va a dar amor a toda la ciudad esmeralda en pleno. Bueno, quiza solo a la parte femenina.
Pero creo que este brote viene mas a cuento de lo que comentaba Wendyqueridaluzdemividaydemicorazon

5:07 p. m.  
Blogger Wendyqueridaluzdemivida said...

Vaya hombre... ya me he vuelto a perder...

Lo del chinito lo tengo claro, lo de los "dos minutos" también, pero ese "y por último" me hace volver al ostracismo en el que me encontraba como rubia lectora.

De todos modos ¿veis un "competidor" en chinito?

Supongo que es su estrategia y yo soy poco observadora y no tengo criterio... pero chinito tiene unas tácticas para el cortejo muy parecidas a las de la avutarda: "El macho patea el suelo, sacude las alas, infla el papo, deja caer las alas hasta el suelo y despliega la cola, dando la sensación de una gran bola de plumas". Vamos, que no...

6:26 p. m.  
Blogger Wendyqueridaluzdemivida said...

¡¡Ottia!! Que me acabo de caer de la aguja espacial... ahora sí.

6:34 p. m.  
Blogger Ignatius said...

Vamos, amigos, sólo estaba divagando. A la vista de sus atinados comentarios, resulta que existen algunas coincidencias con la realidad, pero eso también pasa con los horóscopos.

Aún así, me parece un juego divertido, así que fingiré que entro al trapo. Wendyqu, siendo sincero (mintió él) coincido con tu análisis del chinito, el problema es que las chicas (el resto de chicas) no coinciden con nosotros.

Estimadísimo y, sin embargo, querido araña, qué tiempos me ha hecho recordar (cuando la playa de Laredo medía 10 años luz).

Palantir, sobreestima su palantir. Pero no se preocupe: todos lo hacemos. Y la motivación del post se produjo el sábado noche: la ausencia de alcohol provoca estas cosas.

Alá es grande (tengo que practicar)

8:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y yo me pregunto, maligna, ¿qué pasó el sábado? ¿Eh?

Por mi mente pasan imágenes atroces. Me hacen daño. Hay que parar esto cuanto antes. Por favor. Necesito saber.

10:14 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bueno. Puede ser lo que dice Wendyqueridaluzdemividaydemicorazon, que sus tacticas son parecidas a las de la avutarda. Pero a la avutarda le funcionan. Y la naturaleza es sabia, dicen. Yo no la conozco, asi que no voy a opinar, pero si lo dicen por algo sera...

5:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

p

5:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La avutarda es, en efecto, un animal completamente absurdo. Lo sé porque una vez conocí a un biólogo encargado de la vigilancia de cientos de avutardas en algún lugar remoto de Zamora. O era León, no sé. El caso es que las avutardas son aburridísimas (a pesar de sus costumbres de apareamiento), aunque no tanto como aquel biólogo (y de sus costumbres de apareamiento). Y no pienso contaros nada más a este respecto.

En cuanto al tema que nos ocupa, la verdad es que creo que ni buitre ni avutarda: más bien diría hiena pintada. Tanto por tamaño y aspecto físico como por catadura moral -o ausencia de-, también es carroñero. Eso sí, francamente gracioso.

6:20 p. m.  
Blogger Ignatius said...

Manda güevos que tenga que ser yo el que salga en defensa de la avutarda del chini.

Pero, en vista de los injustificados comments, no me queda otra.

Nos puede hacer mucha risa (o poca), pero más allá de avutardas, está claro que el chini tiene un sexapil superado por pocos (o ningún) miembro del foro.

Y esto, al final, es lo que cuenta. Podrás ser una avutarda en celo o una hiena salivosa, pero si les molas, tienes mucho ganado (esto también es válido para las avestruces y los argumentadores). Moraleja: entiendo la sorpresa del género masculino al respecto del éxito chínico. El resto lo veo con sumo escepticismo.

En otro orden de cosas, echo de menos los comentarios de los implicados. Espero que se hayan molestado (otra cosa no lo justificaría).

6:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jolines, cómo está el patio... Si es que no se os puede perder de vista ni por un momento!
Debo estar bastante desentrenada porque no me he enterado de mucho, la verdad. Debe ser mi nuevo rubio platino...
Mmmm... tengo a los tres individuals perfectamente identificados pero a ningún ganador claro.
Va a ver que volver a frecuentar los antros en que se cuecen las anecdotas.
Sea como fuere, queridísimo ignatius (gustodesaludarledenuevodespuésdeunabandonotanlargoeimperdonable), debería buscarse otros amigos o, por lo menos, hacerse mirar el hecho de conservarlos...

9:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

P.C. (por cierto): ¡¡¡OEEEOEOEOEEE OEEEOEEEEEEE...!!!

(conste que yo en este caso de agorera nada)

10:42 p. m.  
Blogger Ignatius said...

mis ojos no pueden parar de lagrimear después de tu retorno: ¡cuanto te he echado de menos, amoalaura! Agradezco tu consejo, pero ya es demasiado tarde. En cualquier caso, ya va siendo hora de que empieces a frecuentar los antros, máxime ahora, en que me quedan pocos días para empezar mi infernal horario.

2:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ja, ja, ja... Yo también te quiero, querido Ignatius.
Y re-tuxlearé...

3:36 p. m.  

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