Amor verdadero
Espadachines, piratas, venganzas, traiciones, amor verdadero, magia, aventuras, brujas, duelos, príncipes... si quitamos las brujas y la magia y ponemos gigantes y milagros (dos), parece que estamos ante la introducción de La Princesa Prometida. Pero, no, al fin el cine nos da una aventura a la altura del clásico de S. Morgensten, una historia repleta de humor, magia y amor verdadero.
Es cierto, y por tanto advierto, que durante gran parte de la proyección, los únicos que nos descojonábamos eramos yo y mis ilustres acompañantes. Pero también debo decir que el número de sonrisas del tipo comomola y abuelitomelocuentasotravezmañana al acabar el filme eran adecuadamente numerosas, casi tanto como para congraciarse con el género humano, por muchos putos inquilinos que arrastren sus miserias por nuestra querida y bien amada Tierra.
Estoy hablando de Stardust, peliculón con todas las letras (no se pierdan a la cabra, ni el más claro homenaje al pirata Roberts y a la importancia de su reputación en la historia del cine).
También comunicarles la estupenda nueva de la aparición del penúltimo libro de Irvine Welsh, por fin en castellano. El cabronazo sigue sin bajar el listón en ninguna de sus novelas (de mayor quiero escribir una novela de Irvine Welsh). Albricias por la aparición de dos nuevos héroes: Skinner y Kibby. A disfrutarla.
En otro orden de cosas, lamento mi prolongado silencio. Ni yo ni los médicos que me atienden sabemos si este post inicia mi recuperación bloggera o si es mi penúltimo estertor. Podría enumerar una retahíla de excusas (no tengo tiempo, el puto inquilino se ha convertido en una buena persona, he perdido la inspiración, me estoy centrando en otros intereses literarios, hay que dar paso a otra etapa o he caído en las redes del amor verdadero pero no quiero publicarlo por lo ilegal de mis sentimientos, pero sería, siguiendo el orden: mentira, inconcebible, nunca la tuve, no, pa`qué y sí, pero no me importan los problemas legales), pero paso.
Por si acaso, hasta más ver, mis queridos hobbits.